Deambula por viejas ciudades, por pueblos habitados de soledad, por el campo tan próximo y tan lejano, por el monte agreste, por telúricos paisajes, por robustas catedrales, por vetustos monasterios, por antiguas ruinas olvidadas, por "cascos" antiguos y modernas edificaciones llenas de humana soberbia.
El paseante recorre lugares encantados y encantadores, parajes de leyenda, contempla la naturaleza en estado puro o conviviendo con el despropósito humano. Observa a la hermana fauna, a las hermanas flores con su fraterna diversidad, a la hermana agua, cada vez más escasa y menos pura y casta...
El paseante escruta, otea, ojea, percibe e intenta atrapar toda la magia que ven sus ojos con su inseparable "máquina de retratar". Y se asombra porque la Naturaleza sigue su ciclo anual sin ceder ni un ápice al desaliento, todavía.
Incluso a veces se atreve a recorrer pequeños tramos en el tiempo.
Pero el paseante, sobre todo, conoce, aprende y disfruta.
Querido hermano paseante, te felicito por internarte en este curioso mundo bloguero, y por hacerlo paseando, que en este desquiciado mundo estamos muy necesitados de paseo relajante, de charla amena, de silencio reparador. Ten por seguro que vas a tener en mí un fiel y atento seguidor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tu club de fans exige un nuevo post ¡ya!
ResponderEliminarUn abrazo, andarín de las estrellas.
Este blog promete... solo falta subir más entradicas!
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